El pasado viernes 28 de julio, el Servicio Penitenciario Federal, a través de su cuerpo de requisa, ingresó e hizo destrozos en el Centro Universitario Devoto (CUD), principal sede del Programa UBAXXII, ubicado dentro del Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Una vez concluido el horario de clase y sin mediar permiso ni notificar a las autoridades de la Universidad, los agentes penitenciarios ingresaron de manera violenta al centro, donde habitualmente sólo circulan docentes y estudiantes universitarios. Revolvieron aulas y espacios de estudio, desarmaron computadoras, rompieron mobiliario, dañaron equipos, sustrajeron herramientas y arruinaron materiales de trabajo. El operativo no contó con la presencia de autoridades del programa, estudiantes responsables de la coordinación del espacio ni testigos ajenos a la fuerza. Y se produjo, no sólo en las aulas del CUD sino que se extendió a las aulas, biblioteca y oficina de la escuela secundaria (CENS)

Coordinadores y docentes del programa pudieron constatar esta situación en el día de ayer, lunes 31 de julio. No recibieron ningún tipo de información oficial o explicaciones al respecto ni fueron recibidos por las autoridades del penal. Al ingresar a su lugar de trabajo, encontraron las aulas en completo desorden, con computadoras en el piso y libros tirados junto a la producción hecha por los estudiantes durante todo el cuatrimestre. 

El procedimiento fue calificado por los propios penitenciarios como “de rutina” y no es un hecho aislado, sino que puede inscribirse en una serie de ataques al Programa UBAXXII, sus docentes y estudiantes. En menos de un año se produjeron dos requisas ilegítimas en el CUD, siendo contadas estas intrusiones desde la existencia del programa, hace más de treinta años. La semana pasada se produjeron también traslados injustificados de estudiantes y referentes universitarios a otras unidades que no cuentan con programas de estudios superiores. Y durante el debate en el Congreso de la Nación sobre la modificación de la Ley 24660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, el CUD y el Programa UBAXXII fueron objeto de operaciones de prensa y declaraciones de funcionarios nacionales, que intentan desprestigiar el trabajo realizado en las sedes universitarias intramuros.

Los hechos constituyen un claro acto intimidatorio y un atropello, en un contexto social e institucional donde se vulneran derechos a diario, se recortan posibilidades y alienta la violencia y la crueldad, en lugar de generar nuevos horizontes y oportunidades a través de la educación, la justicia y el trabajo.

La Dirección del Programa UBAXXII está realizando las gestiones para reclamar formalmente la reparación del patrimonio dañado y la devolución de lo sustraído, ante las autoridades a cargo del Servicio Penitenciario Federal en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.     

El CUD es referencia en el ejercicio y  reconocimiento del derecho a la educación superior y los derechos humanos en general; y una experiencia pionera en el mundo, que sostiene la promoción y circulación del conocimiento y la distribución de bienes culturales para brindar herramientas que permitan construir caminos alternativos a quienes la cárcel se presenta como destino. Atentar contra esas prácticas educativas, artísticas y culturales es ir contra la sociedad en su conjunto.