Desde el Observatorio Universitario de la Violencia Institucional repudiamos con total indignación la represión policial ejercida contra lo/as manifestantes que, en uso de su derecho democrático, protestaban contra el intento de aprobación de una ley anticonstitucional y totalmente antipopular. Repudiamos de igual modo la aprobación de dicha ley, que acentúa todavía más el despojo al que viene sometiendo el gobierno de Mauricio Macri a los sectores más empobrecidos de nuestro pueblo.
A la vez, resaltamos el notable hecho de que, pese a la represión ya sufrida en dos marchas previas, el pueblo se movilizó masivamente, organizado y en manifestaciones espontáneas, durante todo el día y hasta la madrugada, con diversas modalidades de lucha y expresión de su repudio al saqueo hacia jubilado/as, familias empobrecidas, personas con discapacidad, niños y niñas, y ex combatientes de Malvinas.
Esta movilización continuada también le hizo frente a las distorsiones que las empresas de comunicación hegemónicas vierten a diario para desacreditar y desalentar toda expresión social contra el saqueo y la represión.
La represión, una vez más, no fue en respuesta a supuestos “violentos”, sino, hostigamiento y provocación. El hostigamiento, especialmente en las zonas aledañas a la Plaza de los Dos Congresos y después de la desconcentración organizada, con imágenes que vio el mundo, y ofenden la sensibilidad humana, por la saña expuesta ante personas caídas, heridas, indefensas y en muchos casos, atónitas o paralizadas por los gases.
La provocación -aunque los medios distorsionantes lo nieguen o confundan-: verificar que varios de los que aparentaban ser manifestantes y tiraban piedras, luego pasaban a estar del lado de la policía, así como la acción de los encapuchados que se llevaban gente detenida detrás de las vallas. Los disparos de gas pimienta desde terrazas a manifestantes agrupados en las calles. La “aparición” de Gendarmería cuando los Policías de la Ciudad y los de la Policía Federal, que entraron en segundo acto, estaban “cansados”.
Desde el OBUVI también manifestamos nuestro repudio a las detenciones. -siempre desplegadas sobre quienes intentan protegerse, desconcentrar, o registrar lo que está ocurriendo-. En esta ocasión, entre las decenas de detenidos, fue apresada una estudiante de nuestra facultad de la carrera de Letras, conducida con otro/as detenido/as a la comisaría 15, en el barrio de Chacarita. Compañeras de este Observatorio pudieron identificar su pertenencia a Filo y junto al vicedecano Américo Cristófalo, acercaron su solidaridad a la familia y compañero/as de militancia, en las puertas de la Comisaría 15, durante la noche de ayer.
Fue muy claro cómo, a lo largo de la sesión, la gran mayoría de diputado/as de la oposición insistió con la suspensión de la misma en atención a lo que ocurría en las calles, con mociones de diverso tipo. Sin embargo, éstas siempre fueron rechazadas y ganadas por el voto oficialista, demostrando que no están dispuestos a ninguna discusión.
Finalmente, compartimos nuestra reflexión acerca de que el camino elegido por el gobierno al imponer esta ley sin miramientos, obturando el debate e ignorando las expresiones populares, evidencia una especie de paradoja: cuanto más antidemocrático se muestra el oficialismo, más democráticamente se expresa el pueblo, porque reflexiona, opina, propone, de muchas maneras: en la calle, en sus organizaciones, en las postas de ayuda, en los medios de comunicación alternativos que recogen sus voces sin distorsiones. Si nunca dejó de movilizarse, a partir de ayer sabemos que esa movilización no retrocede y guiará los pasos hacia la recuperación de derechos, libertades y justicia para nuestro pueblo.
Observatorio Universitario de la Violencia Institucional (OBUVI)– Facultad de Filosofía y Letras (UBA)
Fotos: Federico Armada