Compartimos el comunicado del Comité por la libertad de Milagro Sala y del Observatorio Universitario contra la Violencia Institucional de la Facultad, del día 19 de octubre pasado.
Justicia y libertad
Las cárceles se arrastran por la humedad del mundo
van por la tenebrosa vía de los juzgados,
buscan a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen,
lo absorben, se lo tragan
Miguel Hernández, El hombre acecha, 1939
La política de shock del gobierno nacional, replicada con denuedo por las autoridades de la provincia de Jujuy -shock de ajuste, de mentira, de desprecio y terror calculadamente “gradual”-, volvió a poner presa a Milagro Sala en el Penal de Alto Comedero, con violencia, ilegalidad y sobre todo, con abierta injusticia.
Cuando todas las recomendaciones, las cautelares, las manifestaciones de solidaridad y acciones de la defensa parecen estrellarse contra el poder de clase de la alianza Morales-Blaquier-Macri, la entereza de Milagro como dirigente política capaz de desafiar cada humillación de los opresores, los desencaja y altera, como a torturadores impotentes ante el valor de sus víctimas. Solo saben responder con más violencia, ilegalidad e injusticia. Nuestras voces allí hacen falta para que Milagro no batalle sola, en la celda de Alto Comedero.
El estado de derecho comenzó a caer cuando Milagro traspuso el umbral del presidio, en enero de 2016. Más represión y más entrega -la violencia que “los dueños de todas las otras cosas” le reservan y destinan a nuestros hijo/as y nieto/as- aflige desde entonces y sufrirá nuestro pueblo, si esa política de shock no es respondida a cada golpe, con las herramientas a nuestro alcance. Con la desaparición forzada de Santiago Maldonado, las fuerzas represivas del estado-gendarme volvieron a mostrarnos el terror que habita el posgenocidio, manteniendo siempre disponible su reproducción material y simbólica en las sociedades con privilegios y desigualdades, saqueo y dependencia.
Milagro padece por su prisión ilegal, pero antes y también padece por la caída de los sectores populares en la miseria y la desocupación, y ahora y también, por el horror concentrado en el secuestro y el negacionismo estatal del crimen cometido contra un joven en protesta.
Su única medicina, su bálsamo eficaz es la justicia y la libertad. Las exigimos ya, por ella y nuestro pueblo.
Comité por la libertad de Milagro Sala- Observatorio Universitario contra la Violencia Institucional
Facultad de Filosofía y Letras-UBA
19 de octubre de 2017