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PUBLICADO EL
20.04.2023
Los aportes académicos a la Ley de Lengua de Señas Argentina

El pasado 13 de abril se aprobó en el Senado de la Nación la ley que reconoce la lengua de señas argentina (LSA) como lengua natural y originaria, que forma parte de la identidad lingüística y de la herencia cultural de las personas sordas. Asimismo, esta ley reconoce que los organismos legítimos de consulta en torno a la LSA son las organizaciones íntegramente compuestas por personas sordas y representativas de la comunidad sorda que vienen trabajando desde 2007 en la iniciativa, lideradas por la Confederación Argentina de Sordos (CAS). 

La norma fomenta el uso y el acceso a la LSA, hecho fundamental para garantizar la participación e inclusión plena de las personas sordas, como así también para todas aquellas personas que, por cualquier motivo, se comunican en la LSA. 

Desde el Instituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y Letras se ha trabajado en forma conjunta acompañando este proceso y brindando asesoramiento en el área de la lingüística con el fin de realizar un aporte para la implementación de una ley que resulte adecuada, no sólo desde el punto de vista de las investigaciones sino también desde las demandas de la comunidad sorda argentina.

La Dra. Rocío Martínez, investigadora de nuestra Facultad, que se desempeñó como representante técnica en el convenio de asesoría entre el CONICET y la CAS explica

Lo que hemos hecho es colaborar en el proceso de debate para el diseño y la implementación de estas nuevas políticas lingüísticas en torno a la Lengua de Señas Argentina. En este sentido, las investigaciones en lingüística de LSA cumplieron un rol muy importante, aportaron evidencia científica en el marco de un trabajo conjunto y colaborativo entre la Facultad, el CONICET y organizaciones sociales de la comunidad sorda. 

La relevancia de esta norma radica un paradigma diferente de las personas sordas y de su lengua, en tanto se las ve como miembros de una comunidad lingüística minorizada en nuestro país que posee prácticas culturales y lingüísticas que se transmiten de generación en generación. Esto se aleja del paradigma médico, patologizante, que ha sido tradicionalmente utilizado para la elaboración de normativas en torno a las personas sordas. En este sentido Martínez destaca

Se suele ver a las personas sordas desde una perspectiva médica que pone el foco en cuestiones audiológicas y en el déficit. Es por ello que la ley reconoce a la LSA como una lengua minorizada, distinta del español que tiene su propia estructura gramatical, que es compleja como cualquier otra y que permite acceder plenamente a ejercer sus derechos ciudadanos a las personas sordas. 

La Ley de LSA es un hito histórico para las personas sordas del país debido a las organizaciones sociales que han trabajado activamente en todo el proceso de elaboración de la ley. En la redacción final puede observarse un resultado diferente, más acorde con la mirada que las personas sordas tienen de sí mismas. Finalmente, la investigadora concluye

La LSA es un elemento básico de los derechos humanos de las personas sordas. Hay una historia de opresión, de estigmatización que esta ley viene a reparar porque presenta un paradigma que reconoce prácticas culturales y linguísticas que son tan importantes como las de cualquier otra comunidad.

Desde la Facultad, celebramos este gesto glotopolítico sin precedentes que responde a las demandas históricas de la comunidad sorda argentina.