A partir de la aparición de la pandemia de COVID-19, de las medidas de prevención y de la serie de emergentes que este contexto produce, desde la Facultad de Filosofía y Letras se pusieron en marcha prácticas, de escala y alcance diverso, sostenidas en vínculos construidos territorialmente, que abarcan trabajos de extensión universitaria, de investigación y docencia.

La velocidad de respuesta y el compromiso de estas acciones, a menos de un mes de iniciada la “cuarentena”, hablan del relieve de una ética de la solidaridad, crucial para la hora. Y dan cuenta de una línea de políticas académicas que llevan más de diez años en la Facultad, y que fortalecimos institucionalmente ampliando el sentido y alcance de las prácticas de interacción territorial, y de producción de conocimiento histórica y socialmente situado.

En documento adjunto informamos las actividades que la Facultad viene desplegando en relación con el impacto social de la emergencia sanitaria. Destacamos en este sentido las iniciativas que desde el Mincyt y otras agencias nacionales restablecieron el papel central de las ciencias, objeto de desinterés y degradación entre los años 2015 y 2019. La recuperación del Mincyt y la intensidad con que se estimularon líneas de financiamiento a la investigación en torno al COVID-19, como la constitución de una comisión de investigadores en ciencias sociales y humanas y la producción de un informe elevado al Poder Ejecutivo dan testimonio del lugar y la consideración que ocupan nuestras disciplinas en la construcción de políticas nacionales en relación con el actual contexto.

Queremos desde aquí saludar calurosamente a todos lxs compañerxs que en estas circunstancias de difícil excepcionalidad pusieron la mayor dedicación y voluntad de trabajo para asumir los compromisos que el momento exige de la universidad pública.

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